lunes, 18 de marzo de 2013

Pato Fontanet:La papa que ayuda a aumentar la terrible presion



Bergoglio “presionó” para que Callejeros volviera a tocar


Lo admitieron los propios integrantes de la banda, que rescataron el acompañamiento de la Iglesia después de la tragedia. El actual obispo de Gualeguaychú y el rabino Goldman también jugaron un papel importante.

El cardenal primado de la Argentina, el arzobispo porteño Jorge Bergoglio, fue uno de los que influyó sobre Callejeros para que volviera a tocar la tragedia del 30 de diciembre de 2004, cuando murieron 194 personas que habían asistido al recital en República de Cromañón.
Así lo señalaron los integrantes de la banda en una entrevista con el diario Clarín. También recordaron el apoyo recibido por el actual obispo de Gualeguaychú, el rabino Daniel Goldman, Estela de Carloto y León Gieco.

Tal como refiere la nota, firmada por Mariana García, durante esos primeros meses post Cromañón, sintieron que la banda se disolvía para siempre. Ninguno quería volver a tocar.

Pero hubo un llamado que los rescató: el del cardenal Jorge Bergoglio. El arzobispo de Buenos Aires se reunió con ellos tres veces y fue quien más insistió para que volvieran a subirse a un escenario.”La única forma de reencontrarse es tocando”, les dijo. El contacto lo hizo un vecino, Oscar Mangone: Pato fue quien sacó a una de sus dos hijas de Cromañón.

El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, estuvo en una de esas reuniones. La noche del desastre era el vicario de la Juventud del Arzobispado porteño. Veinticinco chicos de su parroquia habían ido al recital. Tres murieron allí. Todavía recuerda uno de los encuentros cara a cara entre los músicos y Bergoglio: “Quisimos brindarles un espacio en el corazón, porque llegaron con la sensación de no ser escuchados. Estaban muy doloridos porque habían perdido a familiares y amigos pero además había dolor por no tener comprensión por esta situación. Lo primero que me llamó la atención es que eran chicos comunes de su edad. Yo pensé ‘no estoy delante de personas que usan un maquillaje, son personas normales’”, recuerda.
En el primer aniversario de la tragedia, Bergoglio pronunció uno de sus discursos más duros. Estaba a punto de comenzar el juicio político que terminaría con la destitución del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra: “Buenos Aires necesita llorar. No ha llorado lo suficiente. Buenos Aires trabaja, busca rosca, hace negocios, se preocupa por el turismo, pero no ha llorado lo
suficiente esta bofetada”, dijo.

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